Evaluación

La evaluación inicial tendrá que ser continua para tomar decisiones de mejora, la técnica fundamental que se utilizará es la observación sistemática. También se podrán usar registros de evaluación, anecdotarios, etc. Se debe evaluar tanto el proceso de aprendizaje de los alumnos como el de enseñanza. Pero la evaluación tampoco puede reducirse a valorar los progresos y dificultades de los alumnos, sino que también pretende recoger información acerca de la adecuación de los objetivos planteados, las actividades diseñadas o los recursos empleados.

La expresión corporal como instrumento de comunicación a partir de los gestos y movimientos del cuerpo, contribuyen a la consecución de la construcción de la identidad y la autonomía, así como a potenciar los distintos medios de expresión.

El/la docente de educación infantil debe planificar, en el marco de su programación, actividades que contribuyan a la consecución de los objetivos y contenidos propuestos.

El proceso de evaluación se va a llevar a cabo no sólo para evaluar el proceso de aprendizaje de nuestros/as alumnos/as, sino también lo utilizaremos para llevar a cabo la evaluación de nuestro proceso de enseñanza. Para esto, proponemos dos clases de evaluación: 

• De las sesiones. Parte de la reflexión del/a maestro/a sobre su práctica docente. Una vez concluidas las sesiones es necesario una evaluación como medida de control sobre el trabajo realizado y los resultados obtenidos por el alumnado, es decir como evaluación del proceso.
• De la labor docente. A través de autoevaluación por parte del profesor a través de una planilla.

Tabla de criterios de Evaluación. Elaboración propia.